Reciclaje de calles

Imaginemos por un momento que llegas a cualquier pueblo o ciudad y los nombres de las calles nos sean ajenos. Que no se llamen Avila Camacho, Insurgentes, Benito Juarez o Allende. Imaginemos que las calles principales se llaman el Trige de Álica, Gerardo Flores, 'Chonito' Perez. Que cada vez que caminemos por una calle tengamos que descubrir el origen de su nombre, que nos dibujen la historia del asentamiento humano, y que Prisciliano Sanchez y Juan Pablo II tengan algún significado.

Y es que si no nos da hueva buscar nombres que no estén repetidos o sistemas ineficientes (al menos en México) de ubicación (como los números de las calles 2, 3, 54 que salvo pocas excepciones se utilizan) reciclamos a diestra y siniestra nombres como ese del quesque papa peregrino. Y esto, no es fenómeno de grandes o medianas ciudades, sino también de pequeños pueblos cuyas calles principales empiezan por llamarse como algún superheroe de independencia, revolución o reforma, eso si bien nos va. ¿No sería mejor al menos, que la colonia se llame "2 de Agosto" por ser la fecha en que se fundó? ¿Qué cada niño, habitante de alguna calle resguardara con tradición oral la historia del nombre de pasaje? ¿Que esa micro historia no necesitara de placas viejas y oxidadas?

Hay ciudades, (el caso más claro defectuoso) que la historia de la ciudad esta ligada directamente al pasado de nuestro país. He ahí "Paseo de la Reforma", por ejemplo. ¿Pero quien cuantos en Tetilán saben quien es Avila Camacho, nombre de su calle principal?