Absenta mi opio ...
... no tan moderno.
Casí termino de devorarme letras libres, y aún me quedan dos que tres post que poner sobre algunos artículos de ahí.
El de ahora va dedicado para esos nostalgicos de pasajes como los de Thomas Quincey en "Confesiones de un Opiomano Inglés", donde la vida son unas gotitas de laudano en té, sentado en una cabaña frente a una rica fogata, y con una compañía agradable. ¿O como olvidar a Baudelaire, en Paraísos Artificiales?
Pues un hermano artificial nada despreciado por la antiguedad fue presisamente la Absenta, una hadita verde que comienza a ser un ave fenix de las pocimas.
Usada por Vincent y Theo van Gogh (el cineasta holandes asesinado por un imigrante), por el amorio Verlaine y Rimbaud, Charles Cros, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Jack London entre otros.
La imagen del de la preparación no puede ser menos sugestiva: una medida de ajenjo, sobre el vaso una cuchara perforada, un delicioso terrón de azucar y agua helada. Bohemio diría Juaziel (Juako-Jaziel).
Le Même le decían, y ya saben que quiero para cumpleaños.
Para terminar la frase con la que termina el artículo por demas recomendable: "El prohibicionista es alguien sin carácter moral, ya que no concibe a un hombre capaz de resistir las tentaciones".
4 comentarios:
pero eso debe matar un monton de neuronas en pro de la creatividad...que tan válido es?
En realidad, al parecer se puede encontrar el liquido en México con y sin las 3 sustancias alucinogenas y supuestamente dañinas para el ser humano.
El opio en principio se vendía en farmacias, era considerado un analgésico para paliar los dolores, por lo tanto en su justa medida, como todo medicamento, no es dañino.
sandra: me llenas de alegría el corazón
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